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jueves, 4 de noviembre de 2010

EL COMIENZO DE TODO

"El Camino sigue y sigue desde la puerta.
El Camino ha ido muy lejos, y si es posible he de seguirlo
recorriéndolo con pie decidido hasta llegar a un camino más ancho donde se encuentran senderos y cursos.
¿Y de ahí adónde iré? No podría decirlo."

Dicen que todo se parece a su dueño. Por éso en cierta forma no es extraño que este blog, como quien lo escribe, tenga cierta... tendencia a la impuntualidad.
Fue hace un mes cuando aterricé en Varsovia, mi destino por un año.
Desde entonces han pasado muchas cosas que tendría que escribir en un blog decente. Por éso puede que esta entrada resulte algo larga, aunque sólo trataré de quitar las telarañas, airear el lugar y convertirlo en un pequeño hogar.

Vivo en un pequeño apartamento (pero muy cuco él) a unos minutos andando del Palacio de la Cultura, uno de los monumentos más significativos de Varsovia, aunque en un principio los polacos pensaran demolerlo por haber sido un "regalo" de los rusos, que simbolizaba su dominio sobre Polonia.
Finalmente se dieron cuenta de que el Palacio de la Cultura había adquirido ya un carácter de símbolo para Varsovia y no lo destruyeron.
Justo en mi calle hay varios clubs y discotecas, clubs de jazz... y un club de striptease? Esperemos no confundirnos al contar los portales, si algún día me decido a ir al club de Jazz, que está justo al lado.
Hablando de estar al lado, junto a mi casa está el Ministerio de finanzas polaco (si no me fallan las cuentas) y cuando digo al lado (que ya lo he dicho varias veces) es en el más puro sentido de la palabra.
Ya me ha pasado un par de veces equivocarme al contar los portales y meterme en el garaje del Ministerio, lo que ha producido varios gritos de ciudadanos alarmados que a la voz de "Nie, nie!" me convencieron de que definitivamente aquella no era mi casa. (Éso y la barrera del parking, que a veces uno decide probar de todas maneras :P)

Primer día de curro, "¡Al atakerl! ahora que ya me sé la ruta, conozco el número del autobús y hasta sé decirlo en polaco... ¿Qué puede fallar?".
Por supuesto fue llegar a la parada y nadie hablaba inglés, pero éso no era importante, yo sabía mi número. Pasa un autobús y preguntando me dicen 171... "bien, no es el mío -me digo tranquilizándome- yo tengo que coger el 151".
En ésto que pasa otro autobús...
"Perdone! ¿Este es el 151?" (Por supuesto en inglés-polsku chapucero)... y en vez de decirme sí o no, alguien me dice un número... que empieza por 100 y acaba por 1! "¡Eureca! Es el mío sin duda, porque el 171 acaba de pasar, no van a venir dos tan seguidos!"
Total, de cabeza al autobús, con todo el equipo. Cuando llevaba un par de minutos me entró la neura que siempre tengo de "¿Estás seguro?" y apañándome con mi ruso aprendido en el master (¿Quién dijo que no era útil?) consigo encontrar a una chica muy maja que habla inglés... y que me confirma que este no es el 151, sino el 171... "Maldición!"
Con la esperanza de que hasta el punto en que nos encontrábamos los dos autobuses hicieran un recorrido similar, me arrojé     del 171 en la primera parada que pillé y allí encontré a un hombre muy majo que hablaba inglés y que me ayudó a subir.
No recuerdo cómo llegué a mi parada exactamente, porque tiene un nombre impronunciable que tardé tres días en aprenderme, pero de algún modo llegué, salté del bus en el puente donde tenemos nuestra parada y corrí escaleras abajo hasta la oficina.

A la segunda semana resultó que el autobús que yo cogía para ir y venir de la oficina sólo servía porque estaba desviado a causa de unas obras. Una vez acabadas las mismas, el autobús sigue yendo a la parada de la oficina, pero al volver ya no pasa por ella... ¡sorpresa! tocaba aprenderse itinerario nuevo, con cambio de autobús incluido... y muchos más números que aprenderse porque los autobuses que pasan por el nuevo recorrido son tropecientos! Lots of fun!
 
Tercera semana...:
"Corre, corre, que llegamos tarde!" Pensaba, mientras corría por el piso, me lanzaba al ascensor y descendía los 4 pisos que me separan del suelo con impaciencia...
Abro la puerta, salgo al portal, cargo contra la puerta de la calle causando el pánico entre las palomas del lugar y salgo disparado por el pasaje que conecta el patio interior con la calle.... "CLONGGGGG".
¡Sorpresa muchacho! ¿Qué te creías, que en Polonia no había andamios? Pues te acaban de plantar uno en la puerta de casa.
Confusión entre los obreros, que me explican algo brevemente y ante el "nie muvie po polsku" ("no hablo polaco" escrito a lo cutre) optan por echarme un cable y ayudarme a pasar el andamio.

Hace tres días me metí en una papelería cuando iba en busca de una tarta... ni que decir tiene que la situación tuvo su coña.

Estas son pequeñas cosas que le pasan a uno en una ciudad nueva, cuando sólo puede ir a aquellos sitios que se sabe de memoria sin preguntar a nadie. Y claro preguntar es muy divertido si no sabes polaco! Y si ya sabes algo de polaco... también! Hace dos días paro a un hombre en la calle y el pobre me dice "sorry, I don't speak Polish!" "Albricias! hemos topado con otro guiri!".

También me he encontrado gente que habla español en distintos grados. De hecho aparentemente tengo una escuela de español cerca de mi casa, pero no me he encontrado ni con los alumnos ni los profesores. No importa, en un año fijo que entro por equivocación en ella.
 
Voy a cerrar aquí, que ya he contado demasiado y en montón, espero que las próximas entradas sean más organizadas, porque he roto todas las normas que nos dieron en taller de escritura, continuidad de los tiempos verbales y estructura incluidos.
Éso sí, antes de acabar hay que dar las gracias a Iratxe (becaria del País Vasco) que nos recibió y a Carlos y Alex, los otros dos enviados del IC3x, que me han acompañado cada vez que ha sido necesario y han estado siempre para echar un cable!
Ya con alguna aventura conjunta a la espalda de la que daré más detalles en próximas entradas, aún nos queda recorrido por hacer.
Un abrazo mutxatxos!

2 comentarios:

  1. alex!! ya tienes a tu primera fan! :) menudas varsoaventuras! te seguiré leyendo, un beso enorme desde Bangkok!!

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  2. Hola:
    Soy una checa, estudiante de filología hispánica y actualmente de erasmus en la Universidad Complutense de Madrid. Soy invidente y todas estas historias que leo aquí me han pasado a mí también. Eso sí, tengo la ventaja de saber el idioma de mi país de acogida. :) pero qué más da si al principio no conocía de Madrid nada más que ir de casa a la universidad y viceversa y no sabía qué preguntarle a la gente cuando me perdía y me querían ayudar? :o :D Es difícil si no tienes recursos. :D
    Nada, sólo quiero decirte que me encanta tu blog y tu forma de escribir. Muchas veces no he podido contener las risas. :)
    Suerte!
    Pavlína

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